La historia viene de allá atrás: año 1984, un equipo arrastra un promedio flojito y está prácticamente condenado a descender. Para no ser menos, los que ligaron el balurdo tampoco se quisieron quedar sin poner su granito de arena (?) y perpetraron una campaña que distó mucho de ser siquiera aceptable. Con el descenso consumado, el plantel se juramentó, como suele suceder, volver en un año. Pero los muchachos se la tomaron demasiado en serio. Portador de un récord todavía no superado, aquel equipo centralista ganó el torneo de la B de 1985 y en forma casi consecutiva el de Primera. ¿Por qué *casi* consecutiva? Porque luego de ascender debió estar ocho meses "parado" (fue una producción de TyC + Grondona, caja de empleados, gracias) y prestando jugadores por ahí. Sólo después de ese insípido paréntesis pudo poner proa al campeonato largo de 1986/87, peleado cabeza a cabeza con Newell's, Boca Juniors e Independiente. (Justamente la clásica discusión mediática/vendehumo/lobbista para pocos -o al menos no tantos como ahora- de la época era si ese torneo lo había ganado Central o lo había perdido el Independiente de Pastoriza, que eliminaría a Central de la serie de Libertadores siguiente con baile incluido. El Pato le daba de comer tupido a las malas lenguas cuando se lo veía en Rosario -seguido- por cuestiones familiares.)Este equipo quizás haya sido el antecedente más concreto de la nacionalbeización del torneo mayor que se vive hoy. El Central campeón de 1987 era un equipo que se las arreglaba para brillar de a ratitos y con lo que tenía, como una piedra semipreciosa de oferta en Once. Si bien de la mitad de cancha para adelante era un equipo lindo de ver y nunca perdió su vocación ofensiva pese a que no le sobraba demasiado, algunos nombres de ese campeón siguen dando pavor (?) incluso 20 años después.El arquero titular de ese equipo fue, durante la mayor parte del torneo, Jorge Fossatti. Pero varias actuaciones desparejas que venían de arrastre, sumadas a una mala noche contra Estudiantes en el Gigante -donde se comió un gol tonto en un partido que pese a todo terminó 3-2 para Central- sentenciaron su reemplazo por el Dr. Alejandro Lanari, quien a la postre (?) sería un puntal para el campeón.La última línea estaba conformada originalmente por Di Leo, Balbis, Bauza y Pedernera, nombres que dicen poco y lo poco que dicen es feo (?), sacando al Patón Bauza ya figura en el título conseguido en el Nacional ´80 en aquellas finales contra Racing de Córdoba. Pero promediando el torneo se dio el debut de un Hernán Díaz lozano, con muchas piernas, vocación ofensiva y poco contaminante para el medio ambiente (?), lo que relegó al Camello Di Leo al banco.En el medio estaba el punto alto de ese Central modelo 87: Gasparini, exquisito volante cordobés; el Negro Palma, para quien huelgan las palabras; y el actual DT/bombero canalla, Huguito Galloni, puntero "mentiroso", ventilador del equipo y zurdo de gran técnica que debió retirarse joven acosado por una racha nefasta de lesiones. Al volante central, el Chiqui Cornaglia, le quedaba bailar con la más fea: correr a todo el mundo. Y vale destacar que sin un centrojás en alto nivel (como pasó con Castagno Suárez en el último torneo conseguido por Independiente), difícilmente ese equipo pudiera haber llegado a lo más alto.Arriba estaban el eterno Pichi Escudero, fundamental en el esquema del Viejo Zof: era una máquina de correr, generar espacios, desbordar y apilar contrarios. Y por último el inexplicable (?) Fernando Lanzidei, que sin ser la gran esperanza blanca ni mucho menos sabía capitalizar en la red el enorme caudal de juego generado por el circuito ofensivo canalla.[Central ´85, los Pitufos (?) de Pedro Marchetta en la B] Quizás el más notorio de los baldoseros de ese equipo de mercenarios todo uso que alcanzó la gloria haya sido Claudio Alberto Scalise. El Negro fue autor intelectual y material (?) de uno de los momentos máximos de barrileterismo intrarosarino, cuando dio una mini vuelta olímpica en el Chiquero pelando casaca centralista tras haber ganado la Liguilla 86 con Boca (donde se encontraba a préstamo debido al ya explicado lapso de ocho meses entre torneos) derrotando en la final a Newell´s. Otros nombres con destino segundón que impensadamente se ganaron su pedacito de cielo fueron Urruti, Ferlatti, Argota y Toscanelli, entre otros.La foto del equipo campeón, luego de un deslucido empate en uno con Temperley, tiene un ausente: Jorge Raúl Balbis. Convocado a la Copa América 87, su reemplazante fue un joven y barbado Alberto Cuffaro Russo, a quien Galtieri bien podría haber confundido con un montonero recientemente repatriado (?).De Don Ángel Zof casi no se puede decir nada nuevo. Que haya sido declarado ciudadano ilustre de Rosario por un concejal hincha de Newell's hace inútiles las palabras. Su mérito va más allá de haber sacado campeón a este equipo en 1987. Fue el principal artífice de los últimos 30 años -futbolísticamente hablando- del club, y eso habla más que cualquier título.Como dato de color, en 1987 el flamante presidente electo de Rosario Central, Horacio Usandizaga, era intendente de Rosario. Seguramente ahí se estaba cagando de risa, lo quiero ver ahora (?)
[foto sacada ayer en la galería Corrientes Angosta...
corran que se agota, es la de Argota (?]