El Principito

Uno de los últimos uruguayos que triunfó y con buena nota (?) en su pasaje por el fútbol europeo.
Debutó en la primera división de Danubio en 1982 a los 16 años,donde jugó hasta que a mediados del año ´85 el Zaragoza de España le echó el ojo y defendió esos colores hasta el año ´88. Allí es recordado como “El poeta del gol” y los aficionados del club maño guardan en sus retinas el gol que le hizo al Barcelona de Bernd Schuster en la final de la Copa del Rey en 1986 que significó el primer título en la historia del club.

Esa temporada Zaragoza terminó cuarto en la Liga, y además eliminó al Real Madrid (pentacampeón de la liga en esa época)en las semifinales de la Copa con dos goles de “Sosita”. En su última temporada en la institución, terminó como segundo “pichichi” detrás del mexicano Hugo Sánchez con 18 goles en 36 partidos.
De allí pasó al “Calcio”, más precisamente a Lazio. Rindió en un muy buen nivel, llegando incluso a ser el máximo goleador extranjero de la historia, hasta ese momento.

Luego de cuatro temporadas en el club de la capital italiana pasa al Inter de Milán.

Para fichar por este club tuvo que aceptar un desafío muy peculiar. Resulta que la esposa del presidente del “neroazzurri” en ese momento, era grafóloga y el marido-presidente, muy pollerudo (?), le hacía caso a la señora que decía que antes de firmar el contrato ella debía analizar la letra del jugador en cuestión para saber si servía para el proyecto del club. Fue así, que cuando Sosita estaba a punto de firmar el presidente le dijo que el pase no se hacía porque la mujer había detectado que su personalidad no era buena para el grupo (?), por lo cual él le retrucó que firmaba igual y si en esa temporada hacía menos de 20 goles no cobraba un centavo. Hizo 22, fue el “capocannonieri” de la temporada y vivió en el club milanés su mejor etapa como futbolista. En el año 94 conquistó la Copa Uefa.
Era un personaje adentro y afuera de la cancha, un par de anécdotas relatadas por el mismo: “Recuerdo que en el Inter yo salía de vuelta a la cancha tras el partido para que la gente me aplaudiera a mí solo. Se me ponía la carne de gallina. Me encantaba.”
“Un día, en la cancha de Pescara, había una bicicleta en mitad del césped que se rifaba en el descanso. Estábamos sentados en el banco y los compañeros que dijeron que no me daba una vueltita por la cancha con ella. Yo siempre estaba de broma así que, aunque íbamos con el traje de calle, la agarré y el hombre que la había puesto allí me seguía corriendo. Cuando se la di estaba recaliente. Imagínese. Todos se morían de risa.”
En 1995, pasa del Inter al Borussia Dortmund alemán, juega una temporada donde conquista su primer título de liga. Una lesión en la rodilla lo aleja un tiempo de los terrenos de juego hasta que ficha por el modesto Logroñés de España.
Termina su carrera cumpliendo un sueño, el de jugar en Nacional, el club del que es hincha desde pequeño. Gana el campeonato uruguayo en 1998 siendo goleador del torneo. Se va a China a enseñar a los juveniles de aquel país (?) por un suculento contrato. Regresó en el 2000 al “tricolor” de Montevideo consagrándose nuevamente campeón y se retira finalmente en el 2003 en dicho club. En la selección uruguaya debutó en 1984 con 18 años, obtuvo dos Copas América (1987 y 1995) y disputó el Mundial de 1990. Jugó 46 partidos y anotó 15 goles, entre ellos dos golazos que le hizo a Argentina en la Copa América de 1989 que se jugó en Brasil.

POSTEO: CECI

NdR.: Primer ochentoso extranjero homenajeado