Made in China

A veces las carreras de los futbolistas toman rumbos insospechados. Tipos que hacen todas las inferiores en un club e incluso debutan en primera en ese equipo, y que luego pasan al rival y terminan siendo identificados sólo con ese último equipo.
Uno de esos casos extraños fue el de Carlos Daniel Tapia.
Apareció a principios de los ´80 en River Plate, en una época en que el millonario estaba repleto de figuras y ganaba torneos casi todos los años.
Zurdo, 10 clásico, hábil, con mucha jerarquía y muy buena pegada (especialmente en tiros libres) era una de las grandes promesas que había en Nuñez.
Pero le tocó vivir la debacle de River, que en 1982 ni figuró y en 1983 se salvó del descenso sólo por los recién implementados promedios (fue 18º de 19 equipos).
Se recuerda mucho un gol que le hizo a Platense en el Monumental después de gambetear a medio equipo calamar.
En 1985 River "compró" a Boca Juniors a Ricardo Gareca y Oscar Ruggeri luego de una larga huelga motivada en qué Boca no les daba el pase libre a ambos jugadores.
Finalmente la operación se concretó (y la huelga finalizó) mediante un pago en dinero por parte del millonario y la cesión del pase de 2 jugadores a su máximo rival, Julio Olarticoechea y Carlos Tapia (extrañamente(?) fueron los únicos 2 futbolistas que se consagraron campeones del mundo siendo jugadores de Boca, y ambos habían llegado desde River).
En la ribera, el Chino rápidamente fue figura, se adueñó de la Nº10 por varios años, y fue uno de los máximos referentes xeneizes de la época.
Pero no eran buenos tiempos para Boca (en realidad casi toda la década fue mala para los boquenses). Equipos flojos, jugadores impresentables y técnicos que cambiaban con una rapidez sólo superada por Racing Club.
Sin embargo, rescato algo de ese Boca, y era su ataque, integrado por el Chino, Alfredo Graciani, Jorge Rinaldi y Jorge Comas.
En 1986 fue parte del plantel campeón del mundo en México ´86, sólo jugó unos 15 minutos contra Inglaterra, que dejaron un zurdazo en el palo derecho de Peter Shilton.
Se fue de Boca varias veces y volvió siempre (es dueño de un extraño record, fue "nuevo" jugador xeneize en 4 oportunidades).
La última fue la más efectiva en cuanto a títulos, se consagró campeón del Apertura ´92 y levantó la Copa de Oro Nicolás Leoz, pero ya no era la figura, incluso había dejado la 10 en manos del Beto Márcico.
Anduvo también por Mandiyú de Corrientes, el Brest francés, el Lugano suizo y la Universidad de Chile.
El Chino fue un jugador que daba gusto ver, que demostró que se puede jugar en cualquier lado teniendo jerarquía y sin necesidad de tribunear, y que también mostró que cuando pasan los años se puede ser útil aún desde un segundo plano.

Dos curiosidades:
La tapa de EG que ilustra este post fue de un Chacarita 1 - Boca 3, jugado en San Martín, y en el cuál el funebrero perdió la categoría.
Justamente en cuanto a tapas de El Gráfico, el Chino tuvo exactamente la misma cantidad que Juan Manuel Fangio y Nicolino Locche.