miércoles, mayo 14, 2008

El hombre que salvó a Boca

En realidad, no fue él solo. Hubo otros muchos que pusieron el hombro en la década del ´80 para sacar a Boca Juniors de la crisis en la que estaba hundido. El más conocido de esos otros sin dudas fue Carlos Heller, el eterno vicepresidente del dirigente al que se dedica este post, que da inicio, además, a una nueva sección, dedicada a directivos de esa época. También fue destacable la labor de Jesús Asiaín
No es intención de este post desmerecer en algo la gestión de Mauricio Macri como máxima autoridad xeneize. Sin dudas existen muchos motivos para criticar a Macri (ya sea dentro o fuera de Boca), pero es innegable que desde que el actual Jefe de Gobierno de la CABA asumió en el club de la ribera, la historia deportiva y económica de Boca dió un cambio histórico.
Parece mentira que ese club que hoy es casi hegemónico, con 4 Libertadores, 2 Copas Intercontinentales y unos cuantos títulos internacionales de menor valor, y 6 títulos locales en la última década, hace un poco más de 20 años haya estado al borde de la desaparición.
Antonio Alegre asumió la presidencia de Boca en enero de 1985, tras ser elegido para ese cargo el año anterior. Cabe resaltar la situación deportiva-institucional que encontraron Alegre y Heller cuando asumieron en Boca. La Bombonera había estado clausurada, pero no por hechos de violencia, sino porque se venía abajo (literalmente), la municipalidad no la habilitaba por peligro de derrumbe.
Todas las semanas se iniciaba algún juicio (sea ejecutivo, ordinario, o pedido de quiebra) contra Boca. Los oficios de embargo se amontonaban de a decenas en los escritorios, y, desde lo deportivo, el cuadro no era mejor. En 1984 Boca había finalizado el Metro que ganó Argentinos Juniors en la 16ª posición, sobre un total de 19 equipos. Muchos comenzaban a mirar la tabla de los promedios, que al comienzo de la temporada 85/86 tenía a Boca empatando el antepenúltimo puesto (sin contar los recién ascendidos), es decir, para que se entienda en Zona de Promoción, claro que en aquella época no había promoción, descendían dos directos y nadie más. Fue la época, además, de las camisetas con los números dibujados con fibra.
Con todo eso se encontró Alegre al asumir. Sus primeros pasos estuvieron dirigidos a ordenar las finanzas del club. En 1984 Boca se presentó en Concurso Preventivo de Acreedores (lo que vulgarmente se llama Convocatoria), cuyo acuerdo homologado debía cumplirse a partir de 1986, es decir por la directiva comandada por Alegre.
Desde lo económico la gestión de Antonio Alegre fue sin dudas exitosa. Si bien no llegó a los niveles de ingresos por la venta del producto Boca que consiguió Macri (cuyos verdaderos números y destino hacen sospechar a muchos xeneizes), al menos consiguió sanear la institución y entregar un club ordenado a su sucesor, en 1995.
El talón de aquiles de la administración Alegre fue la faz deportiva. A partir de 1986, con el Concurso encaminado, Boca intentó rehacer una senda de éxitos deportivos, y dedicó mucho dinero a ello. Llegaron infinidad de jugadores, pero sólo unos pocos tenían verdadero nivel, otros cumplieron y la gran mayoría fracasaron. Debe además señalarse que durante años las únicas apariciones exitosas surgidas de las inferiores boquenses fueron Diego Latorre y Walter Pico, sí, Pico. Y no estoy hablando de 6 meses o un año, probablemente hayan sido las únicas apariciones rescatables en cerca de 10 años.
Boca sumaba jugadores y frustraciones. Durante los 10 años de Alegre-Heller sólo se ganaron la Supercopa ´89, las ignotas Recopa, Master, y Copa de Oro, y el Apertura ´92. Después sólo algún subcampeonato, una liguilla y unos cuantos torneos veraniegos.
Demasiado poco para Boca, pero no es eso lo que quiero rescatar con este post. Como decía al principio, nadie puede negar lo exitosa que ha sido la presidencia de Macri en Boca, pero si Macri pudo hacer todo eso, es porque antes existió un Antonio Alegre. Da bronca cuando se mezclan los tantos, y se dice la época de Alegre era un desastre. No fue un desastre, más allá de lo deportivo. Hoy parece increíble, pero Boca podría haber seguido la suerte de Racing en esa época, y tipos como Heller, y Alegre (a quien además no le recuerdo una sola declaración fuera de lugar) lo evitaron.

viernes, mayo 09, 2008

Trivia ochentosa Nº16

¿Quién es el jugador de la foto?

Ayudas:
1.- Jugó en siete equipos (5 de Argentina y 2 de Colombia), pero en ningún grande (en Colombia sí estuvo en un grande)
2.- Debutó en la década del ´70.
3.- Según la revista de la que saque la imagen era un gran ejecutor de tiro libres.
4.- Jugó en la A y en la B.

La respuesta:
Como dijeron varios, se trata de Alfredo Manuel Torres, quien jugó en Atlanta, Vélez, Huracán, Talleres (RE), Dep. Maipú (Mza), Bucaramanga y América de Cali. En la Argentina metió 56 goles en 320 partidos disputados.

viernes, mayo 02, 2008

Cabezón de la década

Uno de los jugadores más ganadores de la historia del fútbol argentino. En mi opinión, fue uno de los grandes defensores argentinos de los '80s y de los '90s.
Oscar Alfredo Ruggeri se inicio futbolísticamente en Boca Juniors. Debutó en el año '80 y, al año siguiente, ya se asentaría como titular en el equipo que obtuvo el Metropolitano '81 de la mano de Maradona y Brindisi.
El hecho de que, con 19 años, ya sea titular en un equipo como Boca, da la pauta de lo que fue después el tipo como futbolista: alguien con muchisima personalidad, por sobre todas las cosas.
Después de una huelga, a principios de 1985 y con el pase libre, se fue con el Tigre Gareca a River. Y en el brillante equipo del Bambino Veira se convirtió en una pieza fundamental, formando una dupla central con el Tano Gutiérrez, que no tenía mucha simpatía por los delanteros encaradores (?). Dichoso aquél que pueda contar los encontronazos con Ruggeri o Gutiérrez en el área. Porque salir vivo, era una epopeya (?).
En 1986 River ganó todo lo que había en juego: Intercontinenteal, el campeonato local y la Libertadores. El muy buen rendimiento en el equipo de Núñez lo llevó a ser convocado para el Mundial de México '86.
El Cabezón en el Mundial anduvo bárbaro. Incluso tuvo el gusto de marcar un gol en el primer partido ante lo coreanos. De ahí en adelante, Ruggeri se convertiría en uno de los símbolos del seleccionado, hasta el mundial de USA '94.
Las principales virtudes del oriundo de Corral de Bustos fueron el juego aéreo (cabeceaba muy bien en la dos áreas) y también el hecho de que sea imbancable en la marca contra sus rivales. Y también la boca, una lengua viperina en su máximo estado (?). Queda claro que es alguien que puede caer antipático, afuera de la cancha; pero en lo estrictamente futbolístico fue un grandísimo defensor. Dudo que alguien no haya querido tener a un tipo así de sanguíneo, de los que dejan la vida en una cancha.
Al Bambino lo rajaron de la dirección técnica del Millonario, pero Ruggeri continuó en River hasta mediados del '88 cuando fue transferido al Logroñés de España. El rendimiento en aquél modesto equipo fue muy bueno y, luego, se incorporó al Real Madrid (en el que jugaban pibes como Michel, Butragueño, Hugo Sánchez y Schuster, entre otros) donde se coronó campeón de la liga española en la temporada 89/90.
Luego volvería a Argentina, más concretamente, a Vélez Sarsfield. El equipo de Liniers era conducido por Alfio Basile y se había armado bastante bien para poder lograr un campeonato.
En el transcurso de los '90, no hay que dejar de mencionar su paso por el Mundial de Italia ´90. Fue uno de los titulares del equipo de Bilardo que consiguió el subcampeonato.
Bilardo deja de ser el entrenador del "equipo de todos" y asume Basile. A pesar del cambio de DT, Ruggeri continuó siendo uno de los símbolos de la Selección. Esa importancia, quizás, se veía ayudada con la ausencia de Maradona por el doping.
El ex-DT de Independiente fue el capitán de casi todo el ciclo de Basile hasta la vuelta de Maradona y su regreso a la titularidad del equipo en el Mundial de USA '94. Ruggeri continuó coleccionando títulos: en la Selección obtuvo la Copa América '91 y '93, la Copa Rey Fahd -hoy Confederaciones- y la Artemio Franchi.
Tras un paso por el fútbol méxicano -en donde le auguró, a Careca III, la proximidad del final de su carrera (?)- y por el calcio italiano, recala en San Lorenzo de Almagro. De ahí en adelante, "el Cabezón" no se movería más de la Argentina. Probablemente, la etapa en San Lorenzo sea una de las más famosas del Ruggeri-jugador.
Fue uno de los referentes del equipo que cortó la sequía de 21 años sin gritar campeón. En ese San Lorenzo -campeón del Clausura '95- había jugadores importantes como Galetto, Passet o Silas. Más la voracidad goleadora del algo tosco pero muy efectivo Pampa Biaggio. No hay que olvidarse del Gallego González, el Ruso Manusovich, el Balín Bennet, el Perro Albarello y el Indio Arévalo, entre otros.
Fue en el cuadro de Boedo en donde el ex-capitán de la Selección llevó al punto más alto su enfrentamiento con José Luis Felix Chilavert.
En uno de aquellos enfrentamientos el guaraní fue a buscar una pelota y el argentino, cual torpedo azulgrana, embistió de atrás al arquero que se salvó por milésimas de segundos de una potencial lesión de gravedad. Después, Veira (DT de CASLA) tuvo que sacarlo del partido "para protegerlo" ante las reprimendas del jugador que le decía "me sacaste para que me putee la gente" y el Bambino intentaba consololarlo diciéndole "sos el mejor".
Creo que el hincha de San Lorenzo debe tener un muy buen recuerdo de la etapa de Ruggeri como jugador de ese club; fue un verdadero caudillo (como prácticamente en todos los equipo que jugó) que dejó todo por el equipo y que, además, tuvo grandes actuaciones como la vez que casi prolonga a penales la definición de quien pasaba a la semifinal, en los cuartos de la Libertadores '96, frente a River.
Ya más cerca del final de su carrera, pasó a Lanús donde, en su ultimo partido, marcó un gol de penal en el 3-0 a Estudiantes de La Plata.
Su trayectoria como jugador opaca por completo lo que hizo como DT, donde acumuló más penas que glorias: en América de México fracasó, en Independiente se fue a mitad de torneo, su segunda etapa en San Lorenzo fue desastrosa. Sin embargo, algunos afirman que la primera etapa en el Ciclón fue buena, donde le "armó" el equipo que sacó campeón Pellegrini (su sucesor).
Lo que merece la pena hacer mención es al hecho de que por más que haya rendido en todos los clubes que jugó, en casi ninguno ha alcanzado la estatua de ídolo. Posiblemente sea en en San Lorenzo, donde es más recordado con cariño. En River, si bien anduvo muy bien y estuvo en el equipo que ganó todo, no impresionó tanto al hincha como si el Negro Enrique o Antonio Alzamendi (ambos compañeros de Oscarcito). Otro de los motivos que fuerzan el no total enamoramiento con la gente de River es que jugó relativamente poco en Nuñez, a diferencia de Passarella, por ejemplo, que tenía la misma personalidad que "el Cabezón".
Con ustedes, Oscar Alfredo Ruggeri, un tipo que no pasa desapercibido. Siempre tiene algo para decir. Como jugador, una carrera brillante. Afuera de la cancha se caracterizó por ser un tipo, más bien, algo detestable, a pesar de haber agraviado de forma original, a José Sanfilippo. Ruggeri es el típico caso de los que decís, tómalo o déjalo. Yo, en mi equipo, lo quiero.
POSTEADO POR MURDOCK