viernes, noviembre 30, 2007

Trivia Ochentosa Nº14

No pediré disculpas por el tiempo que no hubo posts, porque no corresponde, sólo alegaré que anduve extremadamente enquilombado y que este blog no se hace en 5 minutos. Prometo que la semana que viene volveré al ritmo más o menos habitual y recomendable por las ONG´s pertinentes (?)
Mientras tanto dejo un trivia bastante sencilla, cuya respuesta será subida en el curso del fin de semana.
¿Quién es el jugador de la foto?
Ayudas:
  • Es un jugador que es especialmente conocido por su labor previa al Galatasaray cuya casaca luce en la imagen.
  • No es turco y jugó bastante en la selección de su país (que no diré para no hacer la cosa tan fácil)
  • Algunos dirán que es mas setentoso que ochentoso, y no estarán muy errados, pero la foto es de los ´80s
RESPUESTA: Como dijo Zeronickname, se trata de Didier Six, gran delantero francés que jugó los mundiales del `78 y `82

miércoles, noviembre 14, 2007

El Oro y el Barro (?)

La historia viene de allá atrás: año 1984, un equipo arrastra un promedio flojito y está prácticamente condenado a descender. Para no ser menos, los que ligaron el balurdo tampoco se quisieron quedar sin poner su granito de arena (?) y perpetraron una campaña que distó mucho de ser siquiera aceptable. Con el descenso consumado, el plantel se juramentó, como suele suceder, volver en un año. Pero los muchachos se la tomaron demasiado en serio.
Portador de un récord todavía no superado, aquel equipo centralista ganó el torneo de la B de 1985 y en forma casi consecutiva el de Primera. ¿Por qué *casi* consecutiva? Porque luego de ascender debió estar ocho meses "parado" (fue una producción de TyC + Grondona, caja de empleados, gracias) y prestando jugadores por ahí. Sólo después de ese insípido paréntesis pudo poner proa al campeonato largo de 1986/87, peleado cabeza a cabeza con Newell's, Boca Juniors e Independiente. (Justamente la clásica discusión mediática/vendehumo/lobbista para pocos -o al menos no tantos como ahora- de la época era si ese torneo lo había ganado Central o lo había perdido el Independiente de Pastoriza, que eliminaría a Central de la serie de Libertadores siguiente con baile incluido. El Pato le daba de comer tupido a las malas lenguas cuando se lo veía en Rosario -seguido- por cuestiones familiares.)
Este equipo quizás haya sido el antecedente más concreto de la nacionalbeización del torneo mayor que se vive hoy. El Central campeón de 1987 era un equipo que se las arreglaba para brillar de a ratitos y con lo que tenía, como una piedra semipreciosa de oferta en Once. Si bien de la mitad de cancha para adelante era un equipo lindo de ver y nunca perdió su vocación ofensiva pese a que no le sobraba demasiado, algunos nombres de ese campeón siguen dando pavor (?) incluso 20 años después.
El arquero titular de ese equipo fue, durante la mayor parte del torneo, Jorge Fossatti. Pero varias actuaciones desparejas que venían de arrastre, sumadas a una mala noche contra Estudiantes en el Gigante -donde se comió un gol tonto en un partido que pese a todo terminó 3-2 para Central- sentenciaron su reemplazo por el Dr. Alejandro Lanari, quien a la postre (?) sería un puntal para el campeón.
La última línea estaba conformada originalmente por Di Leo, Balbis, Bauza y Pedernera, nombres que dicen poco y lo poco que dicen es feo (?), sacando al Patón Bauza ya figura en el título conseguido en el Nacional ´80 en aquellas finales contra Racing de Córdoba. Pero promediando el torneo se dio el debut de un Hernán Díaz lozano, con muchas piernas, vocación ofensiva y poco contaminante para el medio ambiente (?), lo que relegó al Camello Di Leo al banco.
En el medio estaba el punto alto de ese Central modelo 87: Gasparini, exquisito volante cordobés; el Negro Palma, para quien huelgan las palabras; y el actual DT/bombero canalla, Huguito Galloni, puntero "mentiroso", ventilador del equipo y zurdo de gran técnica que debió retirarse joven acosado por una racha nefasta de lesiones. Al volante central, el Chiqui Cornaglia, le quedaba bailar con la más fea: correr a todo el mundo. Y vale destacar que sin un centrojás en alto nivel (como pasó con Castagno Suárez en el último torneo conseguido por Independiente), difícilmente ese equipo pudiera haber llegado a lo más alto.
Arriba estaban el eterno Pichi Escudero, fundamental en el esquema del Viejo Zof: era una máquina de correr, generar espacios, desbordar y apilar contrarios. Y por último el inexplicable (?) Fernando Lanzidei, que sin ser la gran esperanza blanca ni mucho menos sabía capitalizar en la red el enorme caudal de juego generado por el circuito ofensivo canalla.
[Central ´85, los Pitufos (?) de Pedro Marchetta en la B]
Quizás el más notorio de los baldoseros de ese equipo de mercenarios todo uso que alcanzó la gloria haya sido Claudio Alberto Scalise. El Negro fue autor intelectual y material (?) de uno de los momentos máximos de barrileterismo intrarosarino, cuando dio una mini vuelta olímpica en el Chiquero pelando casaca centralista tras haber ganado la Liguilla 86 con Boca (donde se encontraba a préstamo debido al ya explicado lapso de ocho meses entre torneos) derrotando en la final a Newell´s. Otros nombres con destino segundón que impensadamente se ganaron su pedacito de cielo fueron Urruti, Ferlatti, Argota y Toscanelli, entre otros.
La foto del equipo campeón, luego de un deslucido empate en uno con Temperley, tiene un ausente: Jorge Raúl Balbis. Convocado a la Copa América 87, su reemplazante fue un joven y barbado Alberto Cuffaro Russo, a quien Galtieri bien podría haber confundido con un montonero recientemente repatriado (?).
De Don Ángel Zof casi no se puede decir nada nuevo. Que haya sido declarado ciudadano ilustre de Rosario por un concejal hincha de Newell's hace inútiles las palabras. Su mérito va más allá de haber sacado campeón a este equipo en 1987. Fue el principal artífice de los últimos 30 años -futbolísticamente hablando- del club, y eso habla más que cualquier título.
Como dato de color, en 1987 el flamante presidente electo de Rosario Central, Horacio Usandizaga, era intendente de Rosario. Seguramente ahí se estaba cagando de risa, lo quiero ver ahora (?)

[foto sacada ayer en la galería Corrientes Angosta...
corran que se agota, es la de Argota (?]

POSTEÓ: Ruizist!

miércoles, noviembre 07, 2007

El Piojo bueno (?)

En un top10 de técnicos argentinos está seguro. En un top5 de entrenadores ochentosos, también. Obtuvo logros que no han sido superados, y es el primer director técnico homenajeado en este blog.
Según las crónicas (ya que no lo vi jugar), José Yudica fue un buen jugador, que pasó por Newell´s, Boca, Vélez, Estudiantes de La Plata, Platense y el Deportivo Cali, entre otros equipos. Pero como entrenador tiene un lugar entre los más grandes de la historia del fútbol argentino, y eso se lo discuto a cualquiera (?)
Ya recordamos algunos de sus equipos acá, pero quería referirme especialmente al Piojo.
Sus equipos jugaban lindo, pero, fundamentalmente, jugaban bien, porque sabían a que jugaban. Laburaba, y mucho, nadie puede decir que haya sido un chamuyero, pero tampoco era un obsesivo. Confiaba en sus futbolistas y les daba libertad, pero tampoco se dejaba copar el manejo del grupo, si tenía que cortar una cabeza, lo hacía, por muy anchos que fueran los hombros que la sostenían.
Lo recuerdo como un cultor del fútbol bien jugado, pero netamente ofensivo, no como un paradigma del fulbito sin arcos. Cuando la situación y el plantel lo permitían, solía plantar un 4-3-3. Ojo, no era un lírico que comiese vidrio (?)
Fue campeón de primera división con tres equipos, en campeonatos largos -en realidad el Nacional ´85 era por eliminación, pero fueron unos cuantos partidos a vida o muerte (?)-, y sin ser entrenador en ninguno de esos casos entrenador de equipos “grandes”.
Su primer éxito fue en Quilmes en 1978, campeón del Metropolitano, un torneo de 40 fechas en el que le sacó 1 punto a Boca y 2 a Unión de Santa Fe. Hasta la actualidad, es el único título de Quilmas en primera división. Después del logro se fue, en lo que se transformó en una constante en su carrera, jamás estaba demasiado tiempo en un mismo club, y solía irse por las suyas.
En 1981 fue el técnico que devolvió a ese mismo Quilmes a primera, pero no se quedó dirigiéndolo. Agarró el fierro caliente que significaba San Lorenzo en la “B”, y también lo hizo ascender, tras una magnífica campaña.
En 1985 asumió el mando del que seguramente fue su mejor equipo, Argentinos Juniors, que ya se había consagrado campeón de Primera División en 1984 con la dirección técnica de Roberto Marcos Saporitti. En La Paternal fue campeón del Nacional ´85 y de la Copa Libertadores del mismo año. Obviamente también dirigió en la final de la Intercontinental contra Juventus. También fue el DT en la Copa Interamericana ´86 que también ganaron los bichos colorados.
Siempre fue un tipo de fuerte carácter. Si bien no era especialmente quilombero, era de esas personas que no tienen drama en enfrentarse con quién sea. Sinceramente no recuerdo si la famosa pelea con la barra de Argentinos fue al finalizar esta etapa, o fue en algún proceso posterior. Lo que sí recuerdo es que la barra había apretado al hijo del Piojo (que era PF) y Yudica los sacó a los tiros del entrenamiento.
Finalmente en el ´87 volvió al club donde había comenzado su carrera futbolística. Newell´s Old Boys venía de obtener dos subcampeonatos consecutivos (el último de ellos con Central campeón, nada menos) con Jorge Solari en el banco. Yudica siguió su ritmo arrollador y consiguió con ese espectacular Newell´s su tercer título de primera división en la temporada 87/88. Además, llegó con ese plantel a la final de la Libertadores ´88 donde los rosarinos perdieron con Nacional de Montevideo.
Ese fue su último gran momento. Después anduvo por el Deportivo Español, por Argentinos Juniors y Quilmes otra vez, y por el exterior en el Deportivo Cali, y en el Pachuca. Hace aproximadamente 10 años que no dirige.
Como dije antes fue el primer técnico argentino en salir campeón con tres equipos distintos. Dieciséis años después Américo Ruben Gallego igualó ese record, pero creo que, sin quitarle méritos al Tolo, es mucho más difícil ser campeón con Quilmes, Argentinos y Newell´s, que hacerlo con River, Independiente y Newell´s, por eso digo que sus logros no han sido superados.
El Piojo Yudica, un tipo que tenía como premisa con los jugadores: el convencerlos. “Es mucho más útil el diálogo que el látigo”, solía decir. Un grande con todas las letras, que creo es amplio merecedor de inaugurar los homenajes a los directores técnicos ochentosos.